Las acciones de las personas siempre están basadas en sus
suposiciones básicas; esto es particularmente cierto en
relación con la administración de
personal, las suposiciones básicas con
respecto a las personas, pueden
ser, si se les pueden tener confianza,
si les desagrada el trabajo, si pueden ser creativas , porque actúan como lo
hacen y la forma en que deben ser
tratadas, comprenden una filosofía,
propia de la administración de
personal, todas las decisiones del personal que se tomen – la gente que se
contrate, la capacitación que se les ofrece, las prestaciones que se les
proporcionen- reflejan esa filosofía básica.
¿Cómo se desarrolla una filosofía así? En cierta medida, eso es algo que se tiene
antemano, no cabe la menor duda de que
una persona trae consigo a su trabajo
una filosofía inicial basada
en sus experiencias, educación y
antecedentes, sin embargo, esta filosofía no está grabada en piedra,
debe evolucionar continuamente en
la medida que la persona acumula nuevos
conocimientos y experiencias.
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